....."… - Voy a cumplir cien años, y he visto cambiar todo, hasta la posición de los astros en el universo, pero todavía no he visto cambiar nada en este país –decía- . Aquí se hacen nuevas constituciones, nuevas leyes, nuevas guerras cada tres meses, pero seguimos en la Colonia …"


lunes, 26 de agosto de 2013

La pregunta



¿El mundo está así gracias a la minoría que lo destruye o gracias a las grandes mayorías que no hacen nada para impedir esa destrucción, o no hacen nada para mejorarlo?




lunes, 22 de julio de 2013

Fascinados por su ausencia


Después de andar siete días, a través de boscajes, el que va a Baucis no consigue verla y ha llegado. Los finos zancos que se alzan del suelo a gran distancia uno de otro y se pierden entre las nubes, sostienen la ciudad. Se sube por escalerillas.Los habitantes rara vez se muestran en tierra: tienen arriba todo lo necesario y prefieren no bajar. Nada de la ciudad toca el suelo salvo las largas patas de flamenco en que se apoya, y en los días luminosos, una sombra calada y angulosa que se dibuja en el follaje.Tres hipótesis circulan sobre los habitantes de Baucis: que odian la tierra; que la respetan al punto de evitar todo contacto; que la aman tal como era antes de ellos, y con catalejos y telescopios apuntando hacia abajo no se cansan de pasarle revista, hoja por hoja, piedra por piedra, hormiga por hormiga, contemplando, fascinados, su propia ausencia.


                                                                                                                                                                                                                 LAS CIUDADES Y LOS OJOS. 3


Ítalo Calvino
Las ciudades invisibles

sábado, 29 de junio de 2013

Los celos del Corazón


¿Cuál es la razón de esta inagotable bondad propia de los celos de corazón? 

Bourget cree que ella es tan fácil de comprender como la inextinguible malignidad del celoso de 
los sentidos. Cuando éstos dominan, se desea siempre y se sufre perennemente por la 
ansiedad nunca satisfecha; en cambio, cuando se ama con el corazón, se persigue la suprema 
voluptuosidad de la rendición absoluta, la abdicación completa del propio yo a los pies de la 
persona amada, hasta parecernos dichas los dolores que ella nos causa. “Desearíamos que 
nadie hubiera amado antes con igual devoción y que nadie pudiera hacerlo después: en eso, 
precisamente, consisten los celos del corazón”. Siempre rebosan de ternura; pueden hacernos 
agonizar desesperadamente, devastar una existencia, consumir una voluntad, pero jamás 
engendran el odio o la ferocidad, ni siquiera la malquerencia. El celoso de corazón querría ser la 
única víctima inmolada en el altar de su ídolo, como si todas las penas del corazón fueran 
escasas para calmar su anhelo de sufrir por él.
El que no puede perdonar, deje de amar. No atormente a la persona que pretende seguir 
amando, cuando sólo se ama a sí mismo. No llame amor a su vanidad, a su odio; el mal ajeno 
nunca fue remedio al dolor propio. Hay falta de dignidad en los celos que no perdonan ni 
olvidan. 


                                                                                                                     Tratado del amor
                                                                                                                     José Ingenieros



lunes, 20 de mayo de 2013

Daño colateral


Aunque hoy cumplas

trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores
buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda

casi no vale la pena desearte júbilos

y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros
es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos
de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías


acordate de esta ley de tu vida

si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza
de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito
más que el mundo.


                                                                          Como siempre
                                                  Mario Benedetti  

domingo, 19 de mayo de 2013

Viejos



- Es el frío. El frío y los años. Una de las mas constantes ocupaciones de nuestra vida.
Con mejor ánimo prosiguieron el camino.
- Uno de los muchachos me explicaba…  - dijo Vidal.
- ¿El de los granos?
- No, el mas petizo, el de la cara de bagre.
- Tanto da.
- Me explicaba que detrás de esta guerra al cerdo hay buenas razones.
- ¿Y vos le creíste? – preguntó Arévalo -. La gente no mata por buenas razones.
- Hablaron del crecimiento de la población y de que el número de viejos inútiles aumenta siempre.
- La gente mata por estupideces o por miedo.
- Sin embargo, el problema de los viejos inútiles no es una fantasía. Acordáte de la madre de Antonia, la señora que llaman el Soldadote.
Arévalo no escuchaba; en tono machacón declaró:
- En esta guerra los chicos matan por odio contra el viejo que van a ser. Un odio bastante asustado…




Diario de la guerra del cerdo
Adolfo Bioy Casares

jueves, 11 de abril de 2013

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¿Cómo describir mi llanto..., mi odio...,
la desesperación de haber perdido el paraíso?

ROBERTO ARLT

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sábado, 21 de julio de 2012

Teoría de la infelicidad

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. . .Aquí está, aquí está el origen de la infelicidad. ¿Quién se halle totalmente absorbido por una ocupación se siente infeliz? Este sentimiento no aparece sino cuando una parte de nuestro espíritu está desocupada, inactiva, cesante. La melancolía, la tristeza, el descontento son inconcebibles cunado nuestro ser íntegro está operando. Basta, en cambio, que en nuestra actividad se haga un calderón para
 que asciendan del espíritu quieto -como los vahos maléficos en un agua muerta- esas emociones de desazón, de desamparo y vacío infinito. Entonces advertimos el desequilibrio entre nuestro ser potencial y nuestro ser actualY eso, eso es la infelicidad.
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El espectador
(Ideas sobre Pío Baroja / VIII - Teoría de la infelicidad)
José Ortega y Gasset

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Black

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Sheets of empty canvas, untouched sheets of clay
Were laid spread out before me as her body once did.
All five horizons revolved around her soul
As the earth to the sun
Now the air I tasted and breathed has taken a turn
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Ooh, and all I taught her was everything
Ooh, I know she gave me all that she wore
And now my bitter hands chafe beneath the clouds
Of what was everything.
Oh, the pictures have all been washed in black, tattooed everything...
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I take a walk outside
I'm surrounded by some kids at play
I can feel their laughter, so why do I sear?
Oh, and twisted thoughts that spin round my head
I'm spinning, oh, I'm spinning
How quick the sun can drop away
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And now my bitter hands cradle broken glass
Of what was everything?
All the pictures have all been washed in black, tattooed everything...
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All the love gone bad turned my world to black
Tattooed all I see, all that I am, all I'll be... yeah...
Uh huh... uh huh... ooh...
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I know someday you'll have a beautiful life,
I know you'll be a sun in somebody else's sky, but why
Why, why can't it be, can't it be mine...

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..............................................................................................................................Eddie Vedder
.......................................................................................................................................(Pearl Jam)

domingo, 30 de mayo de 2010

La Peste

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Desde este punto de vista, todos llegaron a vivir la ley de la peste, más eficaz cuanto más mediocre. Ni uno entre nosotros tenía grandes sentimientos. Pero todos experimentaban sentimientos monótonos. «Ya es hora de que esto termine», decían, porque en tiempo de peste es normal buscar el fin del sufrimiento colectivo y porque, de hecho, deseaban que terminase. Pero todo se decía sin el ardor ni la actitud de los primeros tiempos, se decía sólo con las pocas razones que nos quedaban todavía claras y que eran muy pobres. Al grande y furioso impulso de las primeras semanas había sucedido un decaimiento que hubiera sido erróneo tomar por resignación, pero que no dejaba de ser una especie de consentimiento provisional.Nuestros conciudadanos se habían puesto al compás de la peste, se habían adaptado, como se dice, porque no había medio de hacer otra cosa. Todavía tenían la actitud que se tiene ante la desgracia o el sufrimiento, pero ya no eran para ellos punzantes. El doctor Rieux consideraba que, justamente, esto era un desastre, porque el hábito de la desesperación es peor que la desesperación misma. Antes, los separados no eran tan infelices porque en su sufrimiento había un fuego que ahora ya se había extinguido. En el presente, se les veía en las esquinas, en los cafés o en casa de los amigos, plácidos y distraídos, con miradas tan llenas de tedio que, por culpa de ellos, toda la ciudad parecía una sala de espera. Los que tenían un oficio cumplían con él en el estilo mismo de la peste: meticulosamente y sin brillo. Todo el mundo era modesto. Por primera vez los separados hablaban del ausente si escrúpulos, no tenían inconvenientes en emplear el lenguaje de todos, en considerar su separación enfocándola como a las estadísticas de la epidemia. Hasta allí habían hurtado furiosamente su sufrimiento a la desgracia colectiva, pero ahora aceptaban la confusión. Sin memoria y sin esperanza, vivían instalados en el presente. A decir verdad, todo se volvía presente. La peste había quitado a todos la posibilidad de amor e incluso de amistad. Pues el amor exige un poco de porvenir y para nosotros no había ya mas que instantes.
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La Peste....................................
Albert Camus....................



martes, 2 de marzo de 2010

Adios, Carnaval...

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FLOR DE MI BARRIO (In Fusion)
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Muchos dicen por ahí
Que lo nuestro es pasajero
Y no saben que es sincero
El cariño que nos une
Nuestro amor nace en el suelo
Se levanta, toma vuelo
Y va jugando entre las nubes

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Otros dicen con razón
Que ando mal si no te tengo
Durante el día te extraño
Y por las noches te sueño
Que soy un fantasma errante
Si llegaras a faltarme
De mis actos no soy dueño
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Dulce
melodía de arrabal
Ritmo de las calles de mi barrio
Llama que se enciende en la ciudad
Cuando así lo indica el calendario
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Sácame la bronca,
La tristeza, la amargura de la piel
Traeme sueños que me marquen el camino
Pintame un loco y colorido anochecer
Por tantos días de miserias y de hastío
Dame una mano para volver a creer
Dame la magia que juntas en cada esquina
Inflame el pecho de locura y de placer...
Murga querida
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Murga flor de mi barrio
Canción que no se calla
Sin vos no puedo vivir
Nunca te vayas
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Sol que ilumina sueños
de paz, pan y trabajo
Sabe que lo mas lindo del mundo
Se hace de abajo
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Y si llega el
carnaval
Voy como un loco a tu lado
Y te regalo mi baile
de Arlequín enamorado
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Cantar de mil veredas
Ejercicio de locura
Que hace olvidar las penas
Cuando la mano esta dura
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Procesión de atorrantes
Levantan polvo del suelo
Quiero que el almanaque marque
Siempre Febrero

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Y un día de carnaval
De un salto llegaré al cielo

Con la sonrisa pintada
Te miraré con deseo.
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¿Yo? ¡Murguero!
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miércoles, 27 de enero de 2010

El diario de Ana Frank

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Martes 7 de marzo de 1944

Querida Kitty:
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Cuando recuerdo mi vida durante el año 1942, todo se me antoja irreal. La Ana que disfrutaba de esa existencia celestial era muy diferente a la que maduró entre estas paredes. Sí, era una vida celestial: admiradores en cada esquina, una veintena de amigas, no todas íntimas, desde luego, la predilecta de la mayoría de mis profesores, y mimada a más no poder por mis padres con bombones, con dinero para pequeños gastos… ¿Qué más pedir?
Tú te preguntarás como tenía a tanta gente prendada. Peter* cree que gracias a mis atractivos, pero no es del todo cierto. Los profesores encontraban ocurrentes mis salidas y mis observaciones; mi rostro era riente; mi sentido crítico, original y encantador. Yo era una coqueta incorregible y también divertida. Algunas de mis cualidades me hacían popular, es decir, la aplicación, la honestidad, la franqueza y la generosidad. Nunca le hubiera negado a un condiscípulo que copiase una de mis tareas; repartía las golosinas generosamente, y jamás fui vanidosa.
Toda esta admiración, ¿no ha hecho de mí una joven arrogante? Tuve la suerte de arrojada bruscamente a la realidad, y he necesitado más de un año para habituarme a una vida desprovista de toda admiración.
¿Mi reputación en la escuela? Fue así: siempre la primera en chacotear y gastar bromas, la eterna jaranera, nunca llorona ni caprichosa. Para que me acompañasen en bicicleta o ser objeto de una atención cualquiera, no tenía mas que levantar el dedo meñique.
A Ana, la escolar de entonces, la veo ahora como una chiquilla encantadora, pero muy superficial, que no tiene nada que ver conmigo. Peter, muy a propósito, ha dicho de mí:
- Cada vez que te veía, tenías al lado a dos muchachos o más, y una fila de muchachas. Reías siempre y eras constantemente el centro de la pandilla.
¿Qué queda de aquella muchacha? No he olvidado la risa ni las ocurrencias, y no me canso de criticar a la gente como antes, quizá más que antes; todavía soy capaz de flirtear si… quiero. Esa es la cuestión: me gustaría, por espacio de una velada, de algunos días o de una semana, volver a ser la de antes, alegre, aparentemente despreocupada. Pero al cabo de una semana, me sentiría saturada,
y vería con gratitud al primero que llegara y fuese capaz de hablar de algo que valiera la pena. Ya no necesito adoradores o admiradores seducidos por una sonrisa lisonjera, sino amigos cautivados por mi carácter y mi proceder. Comprendo que estas exigencias reducirían mucho mi círculo de íntimos, pero ¿Qué le vamos a hacer? Lo importante es conservar algunas personas sinceras a mi alrededor.
A pesar de todo, mi felicidad de 1942 tampoco era completa. Con frecuencia me sentía abandonada. Me movía demasiado de la mañana a la noche para pensar en ello, y me divertía cuanto podía. Consciente o inconscientemente, trataba de olvidar en vacío que sentía divirtiéndome así. Mientras que ahora miro las cosas de frente y estudio. Aquel período de mi vida terminó irrevocablemente. Los años de escuela, su tranquilidad y su despreocupación, nunca más volverán.
 Los he superado y ya no los deseo; sería incapaz de seguir pensando únicamente en la diversión; una pequeña parte de mí exigiría siempre cierta seriedad.
Puedo ver mi vida, hasta el año 1944, a través de una lupa despiadada. Primero, nuestra casa bañada de sol; luego, aquí desde 1942, el brusco cambio, las disputas, las reprimendas, etc. Me tomaron desprevenida, como si hubiera recibido un mazazo, y, para darme ánimo, me volví insolente.
La primera parte de 1943: crisis de lágrimas, soledad infinita, lenta comprensión de todos mis defectos que, graves ya, parecían agravarse aun más. Durante todo el día, hablaba a tuertas y derechas, tratando de poner a Pim** de mi parte. No lo conseguí. Me hallaba sola ante la difícil tarea de cambiarme a mi misma, con el fin de no seguir provocando reproches; porque estos me deprimían y me desesperaban.
La segunda parte del año fue un poco mejor; me transformé en jovencita, y los mayores comenzaron a tratarme más bien como uno de ellos. Empecé a reflexionar, a escribir cuentos. Por fin comprendí que los demás no tenían ya el derecho de utilizarme como una pelota de tenis, enviándome a un lado y a otro.
Decidí cambiar y formarme según mi propia voluntad. Pero lo más difícil fue confesarme que ni siquiera papá sería nunca mi confidente en todas las cosas. Ya no podía tener confianza en nadie, salvo en mi misma.
Después de año nuevo, otro cambio: mi anhelo… deseaba tener a un muchacho como amigo, y no a una muchacha. Había descubierto también la dicha, bajo mi caparazón de superficialidad y alegría. De tiempo en tiempo, al volverme mas seria, me sentía consciente de un deseo sin límites por todo lo que es la belleza y la bondad.
Y por la noche, en la cama, al terminar mis rezos con las palabras
“Gracias, Dios mío, por todo lo que es bueno, amable y hermoso”, mi corazón se regocija. Lo “bueno” es la seguridad de nuestro escondite, de mi salud intacta, de todo mi ser. Lo “amable” es Peter, es el despertar de una ternura que nosotros sentimos, sin osar todavía, ni el uno ni el otro, nombrarla o tan siquiera rozarla, pero que se revelará: el amor, el porvenir, la felicidad. Lo “hermoso” es el mundo, la naturaleza, la belleza, y todo cuanto es exquisito y admirable.
No pienso ya en la miseria, sino en la belleza que sobrevivirá.
He ahí una gran diferencia entre mamá y yo. Cuando se está desalentado y triste, ella aconseja:
- ¡Pensemos en las desgracias de mundo, y alegrémonos de estar al abrigo!
Y yo, por mi parte aconsejo:
- Sal, sal a los campos, mira la naturaleza y el sol, ve al aire libre y trata de reencontrar la dicha en ti misma y en Dios. Piensa en la belleza que se encuentra todavía en ti y a tu alrededor. ¡Sé dichosa!
En mi opinión, el consejo de mamá no conduce a nada, porque
¿qué hay que hacer cuando nos encontramos en desgracia? ¿No salir de ella? En tal caso, así estaríamos perdidos. En cambio, juzgo que volviéndonos hacia lo que es bello –la naturaleza, el sol, la libertad, lo hermoso que hay en nosotros– nos sentimos enriquecidos. Al no perder esto de vista, volvemos a encontrarnos en Dios, y recuperamos el equilibrio.
Aquel que es feliz puede hacer dichosos a los demás. Quién no pierda el valor ni la confianza, jamás perecerá en la calamidad.
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Tuya,
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......................................ANA

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*Peter: joven compañero de Ana durante su vida en el escondite.
**Pim: Apodo con el que Ana llamaba a su padre.

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“El Diario de Ana Frank"
Ana Frank.................
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jueves, 10 de septiembre de 2009

Zona Cero

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"...Hoy por hoy existen dos superpotencias en el mundo, una es Estados Unidos, la otra eres Tú..."

....................................................................................................................................................José Saramago
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La Zona Cero está en el alma de occidente,
cerca del corazón, en un solar de Manhattan.
Cayeron los gigantes. Lágrimas de septiembre.
Lágrimas de carne y metal.
El planeta contuvo la respiración. 

Los hijos del ocaso se armaron en respuesta. 
Que pena que no sepas repartir tu piedad. 
También que
cada herida en la piel de este planeta 
es una Zona Cero que llorar.
 
Y abres otra herida repitiendo el mismo error. 

La Zona Cero sangra en la ruinas de Kabul. 
Una boca sin dientes sonríe bajo un burka. 
La Zona Cero extiende sus manchas hacia
el sur
Y no hay septiembres ni lamentos 
para esta tierra agujereada por el fuego. 

Rodeado de alambradas, muy cerca de Belén, 
En plena Zona Cero nació el hijo de un dios. 
Los olivos se secan y
Palestina ve 
como bajo los escombros duermen 
palomas que se esconden del invierno. 

Y ahora tú, mi amor, 
pequeña gran superpotencia 
despiértame 
y dime que las cosas va a marchar bien. 
Que sembrarás de flores toda la ciudad. 
Que me harás temblar. 
Y ahora ven, mi amor, 
salgamos a la calle bien temprano 
para gritar 
que en nuestro nombre nunca deberán cortar 
las manos que sembraron, 
que dieron calor. 
Y si es en su nombre, 
yo maldigo a dios. 


Desde un hotel contempla la bella Scherezade, 
cegada por las llamas, las calles de Bagdagd. 
Las mujeres se esconden del lobo en Ciudad Juárez. 
Y en un semáforo de Río de Janeiro 
los niños comen plomo y papel de celofán. 

En África la Zona Cero hincha los vientres 
y llenará sus camas de sombras y delirios. 
Un indio en una selva hoy
sueña con serpientes
Y en un café de Grozni los más viejos 
lloran por la calma que no volverá.

................................................................"Zona Cero"
.............................................................
Ismael Serrano
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Escuchala en:  http://www.youtube.com/watch?v=muMrAAd4TRk
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miércoles, 19 de agosto de 2009

Basta.

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¿Sentiste alguna vez lo que es tener el corazón roto?, ¿Sentiste a los asuntos pendientes volver, hasta volverte muy loco?

Y hoy, que enloquecido vuelvo, buscando tu querer, no queda mas que viento.

¿Qué haré cuando te busque en la clase, y mi eco me responda al llamarte?

Amo tanto, tanto la vida, que de ti me enamoré, y ahora espero impaciente ver contigo amanecer. Si se acaba este milagro, si se consume mi voz, si me das un último portazo, ¿en qué calle moriré yo?

Si resulta que si, si podrás entender, lo que me pasa a mí esta noche: ella no va a volver y la pena me empieza a crecer, adentro.

Ella le había dejado, nos explicó sereno, y había decidido considerarla muerta, y brindar por su olvido y su descanso eterno, y celebrar su entierro de taberna en taberna.

Perdida la calma, se pone muy serio, cunde el pánico y le invade un horrible miedo. Su boca cobarde pronuncia: "Te quiero. No te vayas nunca, no te vayas lejos".


Aturdido y abrumado por la duda de los celos, se ve triste en la cantina un bohemio ya sin fe. Con los nervios destrozados y llorando sin remedio, como un loco atormentado por la ingrata que se fue.

Ana, te veo y me declaro culpable de desear tu presencia más que desear la paz.

Puse precio a mi libertad y nadie quiso pagarlo.

No puedo dormir con esas lágrimas goteando encima de mí.

Porque si, porque si, porque si… porque mientras espero, por ti me muero.

Y la vida me parece una fiesta a la que nadie se ha molestado en invitarme. De un tiempo a esta parte me cuesta tanto, tanto, tanto, no amarte.

No quiero llorar, no puedo llorar, no quiero llamar, no quiero pensar. Y lo único que hago es pensarte todo el día.

Rendido, empapado en alcohol y en su ausencia, sangrando la herida que ha abierto esta espera, gritando: "¿Dónde estás, rubia? Regresa".

Siempre supe que sin usted no podría sobrevivir, es más hambre que hambre, más sed que la sed peor.

No hago otra cosa que pensar en ti, y no se me ocurre nada.

Aquellos besos que ya no vuelven convierten mi vida en algo raro. Tus besos eran mi único faro, mi única luz.

No pienso quedarme llorando para mendigar. Soy una bolsa de locura y rencor, no te quiero ni cruzar...

A las heridas, dejarlas vivir. A las amigas, tenerlas ahí.

Quiero emborrachar mi corazón, para apagar un loco amor, que más que amor es un sufrir...

Es tarde y sin ti no quiero… no quisiera quererte, pero cuanto te quiero.

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.....................................................................................BASTA. (punto)


miércoles, 13 de mayo de 2009

La sonrisa de Brish

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  Se apodero de ella una infundada esperanza. Se levantó y se vistió. Aquí, en el pueblo, el día también empezaba yendo a comprar a la tienda leche, pan, panecillos. Pero esta vez, cuando llamó a Karenin para que la acompañara, apenas si levantó la cabeza. Era la primera vez que se negaba a participar en una ceremonia que antes era el primero en exigir. 
  De modo que se fue sin él. «¿Dónde está Karenin?», preguntó la dependienta, que ya tenia el panecillo preparado para él. Esta vez se lo llevó Teresa en la bolsa. Nada más llegar a la puerta lo sacó y se lo enseño. Quería que fuera por él. Pero se quedó acostado, sin moverse.
 
  Tomás se dio cuenta de lo afectada que estaba Teresa. Cogió el panecillo con los dientes y se puso a gatas delante de Karenin. Se acercó lentamente a él.
 
  Karenin lo miraba, parecía que alguna chispa de interés le iluminara los ojos, pero no se levantaba. Tomás acercó su cara justo hacia la boca de él. Sin mover el cuerpo, el perro cogió con los dientes la parte del panecillo que sobresalía de la boca de Tomás. Entonces Tomás soltó el panecillo para que Karenin se lo quedase todo.
 
  Tomás, que seguía a gatas, retrocedió, se agachó y empezó a gruñir. Simulaba querer pelear por el panecillo. En ese momento el perro le respondió a su amo con un gruñido. ¡Por fin! ¡Cuánto habían tenido que esperar! ¡Karenin tiene ganas de jugar! ¡Karenin aún tiene ganas de vivir!
 
  Aquel gruñido
era la sonrisa de Karenin y ellos querían que la sonrisa durase el mayor tiempo posible. Por eso Tomás volvió a acercarse a él a gatas y mordió un trozo de pan que sobresalía de la boca del perro. Sus caras estaban juntas, Tomás sentía el olor del aliento del perro y en la cara le hacían cosquillas los largos pelos que le crecían en el hocico a Karenin. El perro volvió a gruñir y dio un tirón con la boca. Cada uno se quedó con una mitad del panecillo en la boca. Y entonces Karenin volvió a cometer un viejo error. Soltó su mitad del panecillo y quiso apoderarse de la mitad que tenía su amo en la boca. Olvidó, como siempre, que Tomás no era un perro y tenía manos. Tomás no soltó el panecillo de la boca y levantó del suelo la mitad que Karenin había dejado caer. 
  – Tomás –gritó Teresa– , ¡no irás a quitarle el pan!
 
  Tomás dejó caer las dos mitades al suelo delante de Karenin, que se tragó rápidamente una de ellas y se quedó con la otra en la boca, enseñándola para jactarse ante el matrimonio que había ganado la lucha.
 
  Volvieron a mirarlo y a pensar que Karenin reía y que mientras riera seguiría teniendo un motivo para vivir, aunque estuviera condenado a muerte.

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La insoportable levedad del ser
(Séptima parte: La sonrisa de Karenin)
Milan Kunder
a

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Ayer, 13 de mayo, (de 2008) desgraciadamente, tuvimos que matar a Brish.
No hay manera, en estos casos, de saber cual es el momento preciso de hacerlo. Brish todavía sonreía. Sé que quería quedarse con nosotros, me lo decían sus ojos y la expresión de su cara, aunque el cáncer y casi todo el resto de su cuerpo gritaban con entusiasmo lo contrario.
También sé lo que queríamos nosotros, mantenerla 'sonriendo' el mayor tiempo posible, que, de hecho, fue lo que hicimos o tratamos hacer de la mejor manera. Y creo que ella también, a pesar del sufrimiento y el dolor que le causábamos para ayudarla, sabía lo que queríamos nosotros.
Después de este final horrible, nos queda el consuelo de haber disfrutado durante nueve años de su maravillosa compañía, de haber disfrutado de cada ladrido, de cada enojo, de cada destrozo, de cada gruñido, de cada una de sus miles de sonrisas…
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Martes 13 de Mayo de 2008 de Mierda.
Mayo de 2008 de Mierda.
2008 de Mierda.
Mierda.

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domingo, 5 de abril de 2009

En estos tiempos...

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"...y hay quien nos dice que no es tiempo,
para hablar de la utopía,  
ni de revoluciones,  
que es un anacronismo cantarle a la trova,
nombrar a Guevara..."
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"...y mientras golpean tu fe,  
y tu futuro en su fragua..."

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