....."… - Voy a cumplir cien años, y he visto cambiar todo, hasta la posición de los astros en el universo, pero todavía no he visto cambiar nada en este país –decía- . Aquí se hacen nuevas constituciones, nuevas leyes, nuevas guerras cada tres meses, pero seguimos en la Colonia …"


lunes, 26 de agosto de 2013

La pregunta



¿El mundo está así gracias a la minoría que lo destruye o gracias a las grandes mayorías que no hacen nada para impedir esa destrucción, o no hacen nada para mejorarlo?




lunes, 22 de julio de 2013

Fascinados por su ausencia


Después de andar siete días, a través de boscajes, el que va a Baucis no consigue verla y ha llegado. Los finos zancos que se alzan del suelo a gran distancia uno de otro y se pierden entre las nubes, sostienen la ciudad. Se sube por escalerillas.Los habitantes rara vez se muestran en tierra: tienen arriba todo lo necesario y prefieren no bajar. Nada de la ciudad toca el suelo salvo las largas patas de flamenco en que se apoya, y en los días luminosos, una sombra calada y angulosa que se dibuja en el follaje.Tres hipótesis circulan sobre los habitantes de Baucis: que odian la tierra; que la respetan al punto de evitar todo contacto; que la aman tal como era antes de ellos, y con catalejos y telescopios apuntando hacia abajo no se cansan de pasarle revista, hoja por hoja, piedra por piedra, hormiga por hormiga, contemplando, fascinados, su propia ausencia.


                                                                                                                                                                                                                 LAS CIUDADES Y LOS OJOS. 3


Ítalo Calvino
Las ciudades invisibles

sábado, 29 de junio de 2013

Los celos del Corazón


¿Cuál es la razón de esta inagotable bondad propia de los celos de corazón? 

Bourget cree que ella es tan fácil de comprender como la inextinguible malignidad del celoso de 
los sentidos. Cuando éstos dominan, se desea siempre y se sufre perennemente por la 
ansiedad nunca satisfecha; en cambio, cuando se ama con el corazón, se persigue la suprema 
voluptuosidad de la rendición absoluta, la abdicación completa del propio yo a los pies de la 
persona amada, hasta parecernos dichas los dolores que ella nos causa. “Desearíamos que 
nadie hubiera amado antes con igual devoción y que nadie pudiera hacerlo después: en eso, 
precisamente, consisten los celos del corazón”. Siempre rebosan de ternura; pueden hacernos 
agonizar desesperadamente, devastar una existencia, consumir una voluntad, pero jamás 
engendran el odio o la ferocidad, ni siquiera la malquerencia. El celoso de corazón querría ser la 
única víctima inmolada en el altar de su ídolo, como si todas las penas del corazón fueran 
escasas para calmar su anhelo de sufrir por él.
El que no puede perdonar, deje de amar. No atormente a la persona que pretende seguir 
amando, cuando sólo se ama a sí mismo. No llame amor a su vanidad, a su odio; el mal ajeno 
nunca fue remedio al dolor propio. Hay falta de dignidad en los celos que no perdonan ni 
olvidan. 


                                                                                                                     Tratado del amor
                                                                                                                     José Ingenieros



lunes, 20 de mayo de 2013

Daño colateral


Aunque hoy cumplas

trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores
buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda

casi no vale la pena desearte júbilos

y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros
es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos
de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías


acordate de esta ley de tu vida

si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza
de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito
más que el mundo.


                                                                          Como siempre
                                                  Mario Benedetti  

domingo, 19 de mayo de 2013

Viejos



- Es el frío. El frío y los años. Una de las mas constantes ocupaciones de nuestra vida.
Con mejor ánimo prosiguieron el camino.
- Uno de los muchachos me explicaba…  - dijo Vidal.
- ¿El de los granos?
- No, el mas petizo, el de la cara de bagre.
- Tanto da.
- Me explicaba que detrás de esta guerra al cerdo hay buenas razones.
- ¿Y vos le creíste? – preguntó Arévalo -. La gente no mata por buenas razones.
- Hablaron del crecimiento de la población y de que el número de viejos inútiles aumenta siempre.
- La gente mata por estupideces o por miedo.
- Sin embargo, el problema de los viejos inútiles no es una fantasía. Acordáte de la madre de Antonia, la señora que llaman el Soldadote.
Arévalo no escuchaba; en tono machacón declaró:
- En esta guerra los chicos matan por odio contra el viejo que van a ser. Un odio bastante asustado…




Diario de la guerra del cerdo
Adolfo Bioy Casares

jueves, 11 de abril de 2013

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¿Cómo describir mi llanto..., mi odio...,
la desesperación de haber perdido el paraíso?

ROBERTO ARLT

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