- Es el frío. El frío y los años. Una de las mas
constantes ocupaciones de nuestra vida.
Con mejor ánimo prosiguieron el camino.
- Uno de los muchachos me explicaba… - dijo Vidal.
Con mejor ánimo prosiguieron el camino.
- Uno de los muchachos me explicaba… - dijo Vidal.
- ¿El de los granos?
- No, el mas petizo, el de la cara de bagre.
- Tanto da.
- Me explicaba que detrás de esta guerra al cerdo hay buenas razones.
- ¿Y vos le creíste? – preguntó Arévalo -. La gente no mata por buenas razones.
- Hablaron del crecimiento de la población y de que el número de viejos inútiles aumenta siempre.
- La gente mata por estupideces o por miedo.
- Sin embargo, el problema de los viejos inútiles no es una fantasía. Acordáte de la madre de Antonia, la señora que llaman el Soldadote.
Arévalo no escuchaba; en tono machacón declaró:
- En esta guerra los chicos matan por odio contra el viejo que van a ser. Un odio bastante asustado…
- No, el mas petizo, el de la cara de bagre.
- Tanto da.
- Me explicaba que detrás de esta guerra al cerdo hay buenas razones.
- ¿Y vos le creíste? – preguntó Arévalo -. La gente no mata por buenas razones.
- Hablaron del crecimiento de la población y de que el número de viejos inútiles aumenta siempre.
- La gente mata por estupideces o por miedo.
- Sin embargo, el problema de los viejos inútiles no es una fantasía. Acordáte de la madre de Antonia, la señora que llaman el Soldadote.
Arévalo no escuchaba; en tono machacón declaró:
- En esta guerra los chicos matan por odio contra el viejo que van a ser. Un odio bastante asustado…
Diario de la guerra del cerdo
Adolfo Bioy Casares
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