....."… - Voy a cumplir cien años, y he visto cambiar todo, hasta la posición de los astros en el universo, pero todavía no he visto cambiar nada en este país –decía- . Aquí se hacen nuevas constituciones, nuevas leyes, nuevas guerras cada tres meses, pero seguimos en la Colonia …"


sábado, 29 de junio de 2013

Los celos del Corazón


¿Cuál es la razón de esta inagotable bondad propia de los celos de corazón? 

Bourget cree que ella es tan fácil de comprender como la inextinguible malignidad del celoso de 
los sentidos. Cuando éstos dominan, se desea siempre y se sufre perennemente por la 
ansiedad nunca satisfecha; en cambio, cuando se ama con el corazón, se persigue la suprema 
voluptuosidad de la rendición absoluta, la abdicación completa del propio yo a los pies de la 
persona amada, hasta parecernos dichas los dolores que ella nos causa. “Desearíamos que 
nadie hubiera amado antes con igual devoción y que nadie pudiera hacerlo después: en eso, 
precisamente, consisten los celos del corazón”. Siempre rebosan de ternura; pueden hacernos 
agonizar desesperadamente, devastar una existencia, consumir una voluntad, pero jamás 
engendran el odio o la ferocidad, ni siquiera la malquerencia. El celoso de corazón querría ser la 
única víctima inmolada en el altar de su ídolo, como si todas las penas del corazón fueran 
escasas para calmar su anhelo de sufrir por él.
El que no puede perdonar, deje de amar. No atormente a la persona que pretende seguir 
amando, cuando sólo se ama a sí mismo. No llame amor a su vanidad, a su odio; el mal ajeno 
nunca fue remedio al dolor propio. Hay falta de dignidad en los celos que no perdonan ni 
olvidan. 


                                                                                                                     Tratado del amor
                                                                                                                     José Ingenieros



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